lunes, noviembre 21, 2005

Un sentimiento llamado Voca

Precisamente para este tiempo, hace diez años, salí del Voca. Diez años, una década, muy poco para el tiempo que se nutre con el paso de muchos años, siglos, milenios. Mas sin duda es mucho en la vida de una persona,

En esos años, muchas cosas han pasado. Comencé a trabajar. Fui a la universidad. Cambié de profesión, también de trabajo. Hoy, como es lógico soy un tipo más “jugado”, con vivencias acumuladas y el paso del tiempo –y de las personas por mi vida—me han cambiado.

Uno cambia de forma de vestir, de peinado, de palabras, de hábitos. Unas personas se incorporan a su círculo cercano. Otros, por desgracia, salen de él. Lo esencial –como dice la publicidad de cierto whisky—permanece, o al menos uno espera que así sea.

!Vaya! Cuánta nostalgia en medio de una linda tarde que parece prometer la llegada de la navidad, del verano. Es este tiempo, en este aniversario, en el que me encuentro pensando en el Voca, en mis compañeros, mis amigos, mis exprofesores, lo vivido y, más aún, en como era yo en ese entonces.

Es cuando me percato que el tiempo –tan implacable con todo lo que encuentra a su inexorable paso—no ha mellado en mí algo, la mencionada esencia, una forma de ver ese tiempo y que sin duda ha curtido mi carácter para vivir mi presente.

Y es que eso es el Voca de Heredia: un sentimiento que una vez vivido (por apenas tres hermosos años) te marca por el resto de la vida y te hace volver a él, aunque sea cada cierto tiempo, como se regresa a los lugares en que uno ha sido feliz. Aunque con ese regreso algo en el corazón nos oprima, nos saque una sonrisa y en muchos casos, una lágrima o, al menos, un brillo en los ojos.

Y regresar es lo que me propuse al crear este blog (o bitácora en Internet, por aquello de algún visitante neófito en las lides blogueras) que lleva un nombre que a primera vista parece identificativo, pero que a mí me evoca años felices: Voca de Heredia Generación 95.

No obstante, no quiero hacer este viaje de regreso solo. Quisiera pedirte a vos, mi compa del cole, que me acompañés. Que en este ciberespacio que a veces resulta tan cuestionado, tan controversial, encontrés la posibilidad de expresar, responder, encontrar y compartir todo lo que querás sobre esa época dorada que fueron nuestro años en el mejor de todos los colegios. El mejor no por infraestructura –que nuestro Voca siempre ha sido un paria de la educación pública—sino en corazón, empuje, excelencia y ante todo, humanismo y solidaridad.

Inspirado en esos mismos sentimientos te invito a dejar tu comentario en esta bitácora que no es mía, es de todos los que compartimos el aula, el galerón, el planché, el comedor y el sentimiento.

6 Comments:

At 11:23 a. m., Anonymous Anónimo dijo...

Es increíble como lo menciona Nacho, que un lugar y una serie de personas puedan marcar tanto nuestra vida. Los años en el Voca son sencillamente inolvidables y creo que todos nosotros miramos hacia atrás con nostalgia y una inmensa alegría en nuestros corazones por el simple hecho de haber podido ser parte de una generación más de ese lugar, que nos marcó con tanta alegría, sonrisas y porque no, hasta preocupaciones que ahora son parte de uno de los recuerdos más maravillosos de nuestras vidas.
Si pudiera repertir esa experiencia, mi deseo sería, el mismo período y con las mismas personas, ya que todos ustedes generación 95, son sencillamente inolvidables al igual que el mismo cole, tanto los que conocí como los que no tuve la oportunidad de hacerlo.

 
At 11:42 a. m., Blogger Raskolnikov dijo...

Creo que todos sentimos igual, Fran. Reconstruimos en nuestra memoria lo que fue el cole exactamente como fue: mismos compañeros, mismos amigos, mismos profes, mismas actividades. Y quizás lo único que uno cambiaría --como dejás ver en lo que escribiste-- es la forma de abordar a las personas, las conocidas y las que no lo fueron. Aprovechar, disfrutar, conocer más a la gente. Ciertamente lo dice el excelente escritor Ernesto Sábato en su inolvidable e impactante novela "Abbadón El exterminador": Nunca se sabe cuando se es feliz, sólo cuando se fue.

 
At 12:21 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

Tengo la dicha de ver regularmente a mis ex-compas del Cole, no tan seguido como quisiera ni a todos, pero a buena parte, y todos tenemos el mismo sentimiento sobre el Voca: es sencillamente el lugar donde pasamos tres de los mejores años de toda la vida, y ese ese lugar dejó tan gratos recuerdos y vivencias, por qué no retribuir un
poco para alivianar las fuertes cargas que tienen una institución como ésta, es sabido por todos que los recursos que asigna el Ministerio de Educación no son suficientes, nunca lo fueron, así que, yo apoyo y me uno al grupo gestor de la Fundación, con mi ayuda desinteresada podré ayudar al futuro de muchos jóvenes, y contribuir con el desarrollo del país del que tanto nos quejamos... poco o nada hacemos por mejorlo, esta es una buena oportunidad, ojalá que nos apuntemos bastantes!!!

PD: Lléguense el Sábado 03-Dic al Mirador, bar & Gril El Duende y La Luna, a celebrar los 10 años de la generación.

Christian Díaz
"Pelo"

 
At 8:02 a. m., Anonymous Anónimo dijo...

El voca... simplemente es un pedazo de nuestras vidas que llevamos en el corazón... y las personas que conocimos ahí se llevarán por siempre en el recuerdo, lástima que muchas veces por las vueltas de la vida, perdemos contacto con esas personas, aun existiendo tantas posibilidades de comunicación actualmente. Creo que todos tenemos correo electrónico actualmente... sería bueno conocerlos para poder comunicarnos.
Un abrazo muy grande a los de mi generación 95.

 
At 8:40 a. m., Blogger Raskolnikov dijo...

Laura gracias por el mensaje que me enviaste al correo y hago pública tu sugerencia en forma de invitación. Quien quiera dejar su nombre, correo, teléfono y cualquier otra información en este post es bienvenido. Sería una excelente forma de promover el contacto más directo.

 
At 1:07 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

Saludos

 

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